La concejalía de Cultura informa de que la caseta de actividades de la Feria del Libro de Marbella acogerá mañana viernes día 21, a las 20.00 horas, la presentación de `La sastresa de Fruela 12´, de la autora Maite González, y seguidamente, a las 21.30 horas, `Hamudi´, de Manuel Ángel Padilla.
En su segunda novela, Maite González Mayordomo nos traslada a su ciudad natal para mostrarnos el Oviedo de su niñez, adolescencia y primera juventud. Una obra llena de historias, de anécdotas y de rincones familiares. `Las cabezas de los ángeles´ (2019), su primera novela, nos descubrió su visión personal del casco histórico de Marbella, ciudad donde reside desde 1981. La autora explica que “la idea de repasar mi vida había sido una propuesta de una periodista que me había invitado a formar parte del libro que estaba escribiendo: `Piense en las circunstancias, los acontecimientos que fueron determinantes en su vida profesional, curiosee entre los recuerdos, no me cabe la menor duda de que su vida ha tenido que ser sorprendente, fascinante´, me dijo. Si aceptaba, tendría que reconocer que, a menudo, hay algo que nos sobreviene, una realidad que se nos impone y nos fuerza a tomar decisiones ineludibles e inaplazables. Desgraciadamente, tenía muy claro a qué situación me había tenido que enfrentar siendo muy joven, con tan solo trece años, y qué decisión me había visto obligada a tomar”.
Por su parte, Manuel Ángel Padilla Agüera, nacido en Melilla en 1960, es abogado y miembro del Colegio Profesional de Sevilla. Durante más de treinta años se he dedicado a la gestión de personal en distintas empresas privadas desde los departamentos de Recursos Humanos. Lector incansable, con gran inquietud por los problemas sociales, fue miembro de la Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui, además de colaborar con otras organizaciones humanitarias. Participó durante varios años en la `Campaña Vacaciones en Paz´ para la acogida temporal de niños refugiados procedentes de los campamentos saharauis.
Precisamente, ‘Hamudi’ tiene su origen en el viaje que en 1995 realizan unos españoles a los campamentos de refugiados saharauis cerca de Tinduf, Argelia. En el mismo descubren `in situ´ la realidad inmerecida e injusta de un pueblo marginado, denostado y humillado. Un pueblo milenario y orgulloso que, debido al abandono de su potencia colonial y al engaño continuo de la comunidad internacional, habita en uno de los lugares más inhóspitos de la tierra, sin perspectivas de alcanzar la dignidad que toda persona y todo pueblo debe exigir y necesita. Durante el viaje, los turistas solidarios viven experiencias inimaginables como visitar a un anacoreta con origen saharaui y, sobre todo, conocer a Hamudí, el chico que da título a la obra y que es una clara manifestación de la calidad humana que habita en aquel recóndito lugar.