En poco más de dos semanas estará habilitado para el tráfico rodado el puente provisional que está construyendo el Ayuntamiento sobre el río Guadaiza. Este puente viene a sustituir el paso precario por el lecho del río entre La Campana y el conocido como carril del Potril o de Picaza, que venían utilizando numerosos vehículos que se desplazan entre los núcleos urbanos de Nueva Andalucía y San Pedro de Alcántara, ante los problemas de saturación que soporta la N-340 a su paso por el término municipal.
Por un lado, la obra pretende poner fin al peligro que suponía el cruce descontrolado de los vehículos a través del lecho del río, sin ningún tipo de obra de paso, sobre todo, teniendo en cuenta las importantes crecientes impetuosas que el río Guadaiza puede llevar en este punto con aproximadamente 45 Km2 de cuenca vertiente.
Pero, además, el puente provisional es una de las alternativas que el equipo de Gobierno ha buscado para aligerar el tráfico en la zona, “sobre todo teniendo en cuenta que la situación se complicará con las obras de soterramiento de la N340”, apunta el concejal delegado de Obras, Pablo Moro. El Ayuntamiento, que no renuncia a la petición reiterada de que se libere la autopista de peaje durante las obras pese a las negativas del Gobierno, cree crucial la búsqueda de alternativas combinadas con la utilización de la variante sur.
El presupuesto por el que se licitó esta actuación fue de 99.848,76 euros.
Esta solución es provisional a la espera de poder construir un puente en las proximidades y que está previsto en la revisión en curso del PGOU. Se ha construido un paso sólido constituido por 12 tubos de hormigón de un diámetro de metro y medio que salvan la distancia de 27 metros existente entre las márgenes del encauzamiento del río. La sección transversal de la obra tiene un ancho de 8 metros, con una sección útil de calzada de siete metros (dos carriles de 3,50 m).
Las obras conllevan también la señalización y balizamiento, con la instalación en cada sentido de circulación de dos carteles de limitación de velocidad y de aviso de precaución, al tratarse de una zona inundable. Esto quiere decir que en situaciones de grandes lluvias no deberá utilizarse como paso provisional ante el riesgo de que la corriente de agua pase por encima del badén y arrastre los vehículos que lo utilicen. Además, el badén se balizará en los bordes mediante balizas cilíndricas y, una vez asfaltado, se pintarán las líneas de borde y separación de carriles. Igualmente, va a contar con captafaros laterales en los bordes de calzada, para ayudar a canalizar el tráfico en horario nocturno.
Asimismo, cuando el puente esté finalizado también estarán acondicionados debidamente los caminos que acceden por ambas márgenes al cauce del río y que presentaban una gran precariedad para su utilización masiva por parte de los vehículos.
Según Pablo Moro, “a la obra le queda muy poco para su finalización, prácticamente el asfaltado y poco más”. Con esta actuación, apunta el delegado, “regularizamos una situación irregular, como es la utilización de una vía sin acondicionar y con peligro para los conductores. Con este badén hacemos que los conductores tengan mayores garantías y de paso contribuimos a descargar de tráfico las vías de acceso a San Pedro, que para este equipo de Gobierno es una prioridad”.