Antes denominado Hospital de San Juan de Dios, fue fundado por los Reyes Católicos, quienes le otorgaron el privilegio de Real.
En los documentos de la época se le cita como Hospital Real para que en él se curen las personas forasteras, lo que hace pensar por el título otorgado que debió ser un hospital importante y bien atendido por los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios, orden fundada por el santo para el cuidado de los enfermos y que agrupaba a médicos laicos y a algunos sacerdotes.
El edificio tiene dos plantas en altura, distribuidas en torno a un patio central con arcadas.