Así lo han anunciado hoy los concejales de Medio Ambiente y Limpieza, Antonio Espada y Eloy Ortega, quienes han explicado que “el grado de incumplimiento de la normativa por parte de algunos propietarios es elevado y había muchas quejas de los ciudadanos, por lo que nuestra obligación es actuar para hacer que el municipio esté lo más limpio y habitable posible”.

Espada ha recordado que desde la delegación de Medio Ambiente “llevamos años informando puerta a puerta de las normas obligatorias que tienen que cumplir los dueños de animales a través de los informadores medioambientales y la Patrulla Verde”. Para ello, durante el último año se han repartido más de 50.000 bolsas para la recogida de excrementos y más de 14.000 trípticos.

El edil ha explicado que se han elaborado unas nuevas ordenanzas municipales que entrarán en vigor el próximo mes de marzo y ha afirmado que “el grado de vigilancia va a ser exhaustivo”. Como ha señalado, el objetivo de la norma “es mantener los espacios públicos limpios de excrementos caninos y aumentar la seguridad y tranquilidad ciudadana”.

Eloy Ortega, por su parte, ha indicado que el nuevo dispositivo realizó ayer su primera batida y durante esta jornada se levantaron un total de 32 actas en todo el término municipal, de las que 10 fueron relativas a la recogida de excrementos y el resto fue debido a que los animales no llevaban correa. El edil ha afirmado que “estas cifras ponen de manifiesto la necesidad de poner en marcha esta iniciativa”.

En las nuevas ordenanzas se precisa que cuando los animales domésticos circulen por la vía pública deben llevar cadena o collar y deben ir con bozal si pesan más de 20 kg o pertenecen a cualquier raza potencialmente peligrosa; tiene que ir guiados por una persona responsable y los propietarios deben poseer la tarjeta sanitaria que certifique las vacunas realizadas al animal, así como la licencia correspondiente para la tenencia de animales peligrosos.

Además, tienen la obligación de recoger los excrementos de la vía pública, parques infantiles, jardines o cualquier espacio destinado para uso público y deben censar a su mascota en el Registro Municipal de animales de compañía e identificarlo con microchips antes de los tres meses de edad o al mes de su adquisición.

En cuanto a las sanciones, se dividen en leves, cuya cuantía aplicable es de 75 a 500 euros; graves, que van de 501 a 2000 euros y muy graves, que van de 2001 a 3000 euros.