El Ayuntamiento de Marbella espera que las actuaciones de cerramiento y acerado del Cortijo Trapiche Guadaiza de San Pedro Alcántara estén listas en tres meses, tal y como marca el calendario previsto. Los primeros trabajos, que han sido adjudicados por el Consistorio a través de la delegación municipal de Obras que dirige Pablo Moro, ya están en marcha y van a buen ritmo.

La voluntad del Equipo de Gobierno, con la alcaldesa, Ángeles Muñoz al frente, de mejorar y rehabilitar los equipamientos culturales del término municipal está posibilitando estas actuaciones. Además, según se refleja en la memoria del proyecto, “el cerramiento digno y acorde con la antigüedad e importancia del recinto” se enmarca dentro de las prioridades del Ayuntamiento con el fin de recuperar esta edificación por su gran “valor histórico y sentimental” que tiene para los sampedreños. A esto se une “las enormes posibilidades” que ofrece el recinto para el cual se baraja un uso cultural.

En estos momentos la empresa adjudicataria de las primeras obras, Acondima, está ejecutando el cerramiento del complejo de unos 95 metros de longitud. Para ello, como trabajos preliminares, se ha procedido al desmontaje del muro actual y a la apertura de una zanja que albergará un cimiento sobre el que descansará la nueva tapia.

Sobre el cimiento se construirá una fábrica de bloques de hormigón que se revestirá con una capa de enfoscado y pintado en color blanco, con remate de losa de barro cocido mazarí. También se instalarán unas rejas metálicas y como ornamentación se colocarán marcollas decorativas. Además, se embutirán azulejos artísticos tanto en los paños como en los pilastrones.

Una vez cerrado el cortijo se procederá a una segunda fase de las actuaciones con un nuevo acerado, urbanizando el espacio existente entre la actual acera y el nuevo cerramiento. Para ello, en primer lugar se procederá al cajeado, rasanteo y compactación del fondo de la excavación. Posteriormente se extenderá una capa de zahorras y se finalizará ejecutando una losa de hormigón. A este pavimento se le dará un tratamiento superficial de aplantillado y pigmentación.

Estos trabajos son los primeros que se realizan en este emblemático edificio sampedreño desde hace años y la finalidad es la de dar los primeros pasos en su rehabilitación integral. Se trata de un conjunto compuesto por dos naves principales, estando una de ellas relativamente en buen estado, y la otra a medio rehabilitar después del incendio que dejó al edificio en estado de ruina. En una actuación anterior se comenzaron unas obras para rehabilitar la nave sur, pero dicha actuación no se terminó, estando los trabajos completamente paralizados desde hace varios años.

El conjunto tiene una antigüedad que ronda los cien años y siempre ha estado ligado a servir de complemento a las labores agrícolas de La Colonia de San Pedro, fundada por el Marqués del Duero. Al igual que otros edificios de la zona, este cortijo estaba encaminado a las labores de trapiche –molino para la extracción de sustancias y jugos de algunos frutos-, aunque su uso principal siempre ha sido el de almacenaje de granos y vivienda de agricultores.