Los nuevos vehículos son seis todoterreno modelo Nissan Patrol GR, de los que dos se destinarán al Escuadrón de Caballería y los cuatro restantes se utilizarán para cubrir los servicios generales de la Policía Local. Caracuel ha destacado que todas las unidades “están totalmente equipadas” con todas las prestaciones tecnológicas (incluido el sistema GPS).
Además de los componentes obligatorios que marca la ley (extintores, linternas, botiquín, chalecos reflectantes, conos de señalización y cintas balizadoras), incorporan otros elementos adicionales (juego de señales con trípode para controles policiales; guantes de látex y manta térmica para la asistencia en caso de accidentes y un depósito con material denominado sepiolita que se extiende sobre la calzada para evitar la peligrosidad de las manchas de aceite u otros vertidos en la seguridad de los conductores).
Otro aspecto técnico reseñable es la incorporación de puentes de luces de emergencia equipados con el dispositivo LEDS de alta luminosidad, nueva tecnología que mejora la visibilidad del vehículo policial y aporta mayor seguridad. Como elementos novedosos destacan las luces de emergencia laterales y la iluminación roja para mejorar la indicación de parada o estacionamiento al conductor requerido por la policía, un componente que no es muy frecuente encontrar en las dotaciones policiales de las ciudades españolas.
Esta dotación se suma a las 37 unidades adquiridas el pasado mes de enero que incluía otros seis todoterreno y dos vehículos mixtos adaptables, 25 coches patrulla y 4 turismos camuflados.