El operativo se puso en marcha el pasado 15 de septiembre coincidiendo con el inicio del curso escolar y “con resultados muy positivos”, registrándose “una total normalidad” y con un control específico para evitar las novatadas, ha indicado la concejala de Seguridad.

La campaña se prolongará durante todo el año académico con una dotación de 60 agentes del Cuerpo municipal e integrada por efectivos de los grupos de Seguridad Ciudadana, Tráfico, Policía de Barrio y Apoyo a la Familia.

Caracuel ha explicado que el plan se volverá a centrar, al igual que el ejercicio pasado, en tres áreas de actuación. En la primera, las labores se dirigen a garantizar la seguridad de los peatones, con especial atención a los escolares, en los accesos a los centros. 

La segunda prioridad para el Ayuntamiento se centra en controlar el absentismo escolar. En este punto, la delegada ha destacado la labor que desempeña el grupo de Apoyo a la Familia, junto con las delegaciones de Enseñanza y Bienestar Social, para reducir estos casos que “son el origen de otras conductas impropias de los menores”.

Además, tal y como ha recordado la responsable municipal, “toda la plantilla está implicada en atajar este problema. Para ello, las patrullas intervienen en todos los casos en que localizan a menores fuera de los centros en horarios lectivos”.

La tercera pata del programa de seguridad se orienta a controlar las conductas violentas entre estudiantes y el menudo de drogas en las proximidades de los centros educativos.

La delegada ha subrayado que el objetivo para este año es el de mantener los buenos niveles alcanzados el año pasado en el que se registraron cifras significativas como la reducción del absentismo escolar en un 20 por ciento. Además de trabajar para reducir, aún más, “los mínimos niveles de conflictividad que se dan en estos entornos”.

Como novedad para este año, el Ayuntamiento ha puesto a disposición de los centros el apoyo del Grupo de Familia con el objetivo “de ayudar a los alumnos conflictivos” impulsando, para ello, iniciativas como charlas educativas; cursos especializados para abordar temáticas como el acoso escolar, la igualdad de sexo o la violencia de género, o proporcionar información sobre la responsabilidad penal que se deriva del consumo de tabaco, alcohol o sustancias estupefacientes. En definitiva, ha recalcado, “dar un paso más en prevención”, ya que, “todo el esfuerzo que dediquemos en este sentido servirá para que en el futuro no se reflejen en conductas asociales o que puedan degenerar, en el peor de los casos, en tipificación penal”, ha señalado.

Caracuel ha explicado que serán los centros los que hagan llegar a la delegación sus necesidades y propuestas y ha resaltado la implicación tanto de la comunidad educativa como de la delegación de Enseñanza y de Bienestar Social “para alcanzar los mejores resultados posibles”.

La reunión de hoy ha sido la primera del curso y se volverá a repetir a mediados del año académico para “analizar las actuaciones puestas en marcha y valorar nuevas propuestas”.