La muestra ha sido inaugurada esta mañana por la 1ª teniente alcalde, Mª Francisca Caracuel; la concejala de Cultura, Carmen Díaz; el concejal de Régimen Interior, Félix Romero, y el delegado provincial de Cultura de la Junta de Andalucía, Francisco López, en un acto que ha contado con la asistencia del archivero municipal de Marbella, Francisco de Asís López y la directora del Archivo Histórico Provincial de Málaga, Esther Cruces.

Díaz ha destacado la importancia de una iniciativa impulsada de forma conjunta por la delegación municipal de Cultura y la de Régimen Interior “que pretende sacar a la luz todo el potencial histórico del archivo municipal” y ha indicado que el Ayuntamiento proyecta organizar dos o tres exposiciones anuales “que establezcan un contacto permanente entre el propio archivo y la ciudadanía” para que la población “pueda conocer las fuentes primarias de ese patrimonio documental”. Asimismo, ha avanzado que, siguiendo con ese propósito divulgativo, la muestra será visitada por los estudiantes de Bachillerato del municipio.

Por su parte, Francisco López ha subrayado que la exposición “permite poner en valor el rico patrimonio cultural de la ciudad” y, a su juicio, “contribuye a la consolidación de la propia identidad marbellí”. Por otra parte, ha sostenido que la vía de comunicación abierta entre el Consistorio y la delegación provincial de Cultura “ha iniciado un camino de cooperación que queremos seguir”. Tanto el archivero municipal como la directora del Archivo Histórico Provincial de Málaga han coincidido en señalar que estas fuentes documentales “no deben estar únicamente al servicio de los investigadores sino que deben ser un referente directo del pasado histórico para los ciudadanos”.

“Un visado para el pasado” refleja las dificultades que encontró el sistema liberal para implantarse en España durante el siglo XIX convirtiendo este periodo en un continuum de reformas que afectó, sobre todo, a la Administración y, lógicamente, a los ayuntamientos. Marbella, muy empobrecida tras la ocupación francesa, refleja de forma paradigmática las vicisitudes por las que atravesaban la mayoría de las localidades del país.

Durante toda la centuria el Estado se empeñó en racionalizar los procedimientos administrativos, pero el problema de mayor calado era la financiación. El ayuntamiento de Marbella pondrá en marcha toda una serie de mecanismos destinados, no ya a sanear las arcas públicas, sino sencillamente a posibilitar su mera subsistencia y la de los ciudadanos. De ahí que la mayor parte de la documentación que integra la muestra es de índole económica. Paralelamente, se procederá al recuento poblacional de manera más rigurosa, siempre con fines militares y fiscales, y se acometerán obras necesarias para el pueblo, aunque algunas de ellas tardarían muchos lustros en poder concluirse.