El Ayuntamiento de Marbella está haciendo todo lo que está en su mano para enfrentar el peligroso escarabajo llamado “picudo rojo” (Rhynchophorus ferrugineus), un voraz insecto que causa la muerte de las palmeras en las que se instala y que está afectando a toda la costa mediterránea. Sin embargo, de nada sirven los esfuerzos del Ayuntamiento si los propietarios de jardines privados no aplican medidas similares contra el coleóptero en sus palmeras.
Por esa razón, el Ayuntamiento por un lado ha multiplicado en estos días los trabajos de control de plagas, iniciando una nueva campaña que se extenderá a lo largo de los meses de septiembre y octubre, y, por otra parte, ha intensificado una campaña de concienciación e información de los particulares para ayudarles a combatir la plaga. A estos ciudadanos se les entrega un folleto del Servicio de Parques y Jardines con el aviso y descripción de la plaga así como con los tratamientos químicos periódicos necesarios. Todo esto coincide con la aprobación en la última Junta Local de Gobierno de dos pagos de 14.000 y 28.000 euros a una empresa especializada que ya estaba contratada por el Ayuntamiento para atajar la plaga.
Pese a tratarse de una plaga “de la que se sabe poco y menos aún cómo combatirla”, en palabras del concejal delegado de Obras y Servicios Operativos, Pablo Moro, de quien depende el área de Parques y Jardines, el Ayuntamiento está aplicando todos los tratamientos conocidos y recomendados por el Departamento de Sanidad Vegetal de la Junta de Andalucía, con el que se está en contacto permanente.
De hecho, la incidencia en Marbella gracias a los trabajos de control es mucho menor al del resto de municipios del litoral español. Por el momento sólo se han detectado 50 palmeras afectadas de las 13.200 que el Ayuntamiento tiene catalogadas en lugares públicos, lo que puede considerarse objetivamente un buen dato. Según la Delegación municipal, la incidencia en San Pedro Alcántara no es mayor que en el resto del municipio.
Actualmente, la mayor preocupación de los responsables municipales son los jardines privados. Se calcula que puede haber en el municipio entre 40.000 y 50.000 palmeras de particulares, que escapan al control del Ayuntamiento. Por el momento, oficialmente unas 1.800 palmas de propiedad privada han sido afectadas por la plaga.
Desde el Ayuntamiento se recomienda a los particulares como primera medida un tratamiento insecticida sobre la copa de las palmeras. Para eliminar los focos y evitar que se propague este coleóptero se aconseja el arranque y destrucción de todos los ejemplares que están afectados por esta peligrosa plaga. Según Pablo Moro, “dicho arranque lo realiza la Junta de Andalucía sin coste alguno para los propietarios y previo aviso en el teléfono de contacto 952761143”.
La aplicación del tratamiento fitosanitario deberá realizarse mediante pulverización, mojando bien, y cambiando, cuando sea necesario, la dirección de la misma, sobre todo en ejemplares grandes, asegurándose de que el caldo sea dirigido hacia dentro del cogollo, con el fin de garantizar que el producto le llegue a toda la corona (base de la palmera).También es conveniente tratar el tronco cuando no esté bien limpio (afeitado) y queden restos de las vanas foliares.
Según se informa a los particulares, las materias activas autorizadas para estos tratamientos son: Carbaril, Diazinón 24 % CS, Fenitrrotión 40% SC o Fenitrotión 40% WP, Fosmet 45% SC, Imidacloprid 20%.
En las zonas afectadas por el picudo rojo está recomendado evitar en lo posible realizar podas a las palmeras de la variedad Phoenix, porque, a consecuencia de las heridas que se producen en las mismas resultan especialmente sensibles a la plaga. Cuando se decida podar o realizar algún tipo de limpieza, se debe tener en cuenta que deben cortarse sólo las hojas secas, evitándose las podas severas. Igualmente, está desaconsejado el cepillado del tronco de las palmeras y en Phoenix dactylífera el deshijado.
De cualquier modo, la época apropiada para realizar podas es en el periodo comprendido entre el 15 de diciembre y 15 de febrero. Las heridas se deben cubrir con mastic insecticida o realizar un tratamiento fitosanitario. Por otra parte, los restos de poda deberán transportarse y gestionarse de forma que no supongan un riesgo adicional de infección.
Por el momento, en los municipios afectados y en los colindantes se ha recomendado no plantar nuevas palmeras Phoenix canariensis ni Phoenix datylifera, nacionales o importadas, dada la mayor sensibilidad de estas especies a la plaga en el momento del trasplante por dos razones fundamentales: después del trasplante, en el periodo de tiempo de adaptación de la planta, resultan altamente atractivas para el picudo rojo, y de hecho se le conoce vulgarmente como la plaga de la palmera herida. Por otro lado, la fecha ideal de trasplante es en verano y lamentablemente esta época coincide con la de mayor actividad del insecto.
Para cualquier duda sobre esta cuestión los ciudadanos se pueden poner en contacto con el Servicio de Parques y Jardines en el teléfono 952 76 1143.