Desde el Equipo de Gobierno “seguimos dispuestos a alcanzar un acuerdo y por ello mantenemos abiertos todos los cauces y canales de comunicación así como de diálogo con todos los actores implicados en este asunto porque nuestra obligación y responsabilidad es intentar que no se celebre la huelga”.
El Consistorio, ha asegurado Rubio, es consciente de lo perjudicial que dicha medida puede ser para “una ciudad que vive del turismo como Marbella, y que afectaría a muchísimas personas y negocios que están esperando la llegada de turistas que podrían ver perturbada su estancia con molestias, lo que al final repercutiría negativamente en el sector empresarial de nuestra ciudad”.
Es por esto, que desde el Gobierno local se quiere agotar todos los plazos posibles y “estamos dispuestos a buscar soluciones mediante pequeñas modificaciones organizativas que nos permitan con los recursos existentes y sin incrementar las partidas presupuestarias, distribuirlos de otra manera y que los trabajadores obtengan parte las demandas que están realizando”.
Al igual que la “responsabilidad de hacer todo lo posible para evitar la huelga, el Ayuntamiento también tiene la responsabilidad de administrar bien los recursos municipales”, debido a la complicada situación económica en la que se encuentra con una deuda heredada de 500 millones de euros que no se solventa a corto plazo.
El coordinador de Personal se ha mostrado confiado en que finalmente se alcance un acuerdo que “satisfaga a todas las partes” y que no suponga “un incremento al alza de las partidas” porque es una propuesta inviable que “siempre hemos dejado muy clara en todas las reuniones”.