Un año más los niños del Colegio Sueco llegarán al Casco Antiguo de Marbella con sus túnicas blancas, sus velas y sus cánticos de Navidad para iluminar la noche y celebrar este día tan especial para la comunidad nórdica, todo ello aderezado con las típicas galletas suecas hechas con jengibre, canela o cardamomo, acompañadas de chocolate y vino caliente (glögg).
Se cree que la tradición de honrar a Lucía como una joven vestida de blanco con velas se importó de Alemania en el siglo XVI. La primera Lucía tenía un abrigo blanco y una vela en su mano, caminaba con niños de casa en casa, cantando y jugando, recibiendo dulces y comida.
La celebración más típica es la procesión de Lucía, que consiste en un grupo de jóvenes, chicas y chicos, cantando canciones populares. Cada ciudad elige una Lucía, que irá en procesión por las calles vestida de blanco con un fajín rojo en su cintura y un candelabro de luces sobre su cabeza. Lucía es acompañada por su séquito, que se visten de igual forma, y por los "chicos estrella", que llevan gorros con forma de cono decorados con estrellas. Visitan escuelas, hospitales, oficinas e iglesias, y llevan café y dulces a todos.