El Ayuntamiento de Marbella repartirá 10.000 octavillas informativas en español e inglés a lo largo de este verano dentro de la campaña denominada “Masajes ilegales en las playas”, dirigida tanto a los usuarios de las playas como a todos los negocios de hostelería (chiringuitos) que hay en las mismas.
La campaña ha sido presentada esta mañana por el delegado municipal de Medio Ambiente y Playas, Antonio Espada, quien ha apuntado que el objetivo es “informar de los peligros que entrañan para la salud dicha práctica, tal y como alerta el Colegio de Fisoterapeutas de Andalucía”.
A este respecto, Espada ha explicado que estos masajes “no cumplen los requisitos mínimos en materia de higiene y sanidad (utilizan una única toalla para varios usuarios, sin lavado de manos…), pueden provocar mareos, vértigos, infecciones y contagios y daños que luego no se podrán reclamar”.
Asimismo, para esta práctica se emplean aceites o cremas que no han pasado ningún tipo de control sanitario ni farmacológico y normalmente los masajes los realizan personas de origen asiático en lugares inadecuados para tal efecto, como es el caso de las toallas o las hamacas de los usuarios.
“Estas personas que dan los masajes tampoco están dadas de alta en la Seguridad Social, carecen se seguro, de titulación adecuada y de conocimiento corporal idóneo para la manipulación del cuerpo”, ha apuntado el delegado municipal de Playas.
Además de informar sobre las consecuencias negativas derivadas de los masajes ilegales, el Consistorio da a conocer en su campaña que existen una docena de zonas de masaje autorizadas en las playas y que para solicitarlos hay que cumplir los requisitos dispuestos en el Decreto 1874/2011 del 17 de febrero.
Dichos requisitos suponen que la prestación de estos servicios deberán ofrecerla masajistas, quiroprácticos o fisioterapeutas con titulación homologada. “Deberán contar para ello con un espacio físico adecuado para la realización de la actividad con camilla y material en condiciones sanitarias adecuadas, teniendo montada normalmente una carpa desmontable”, ha señalado Espada, especificando que este profesional deberá ser autónomo o contratado por cuenta ajena (chiringuito o restaurante de playa) y poseer seguro de responsabilidad civil.
Las octavillas las repartirán miembros de Protección Civil e informadores ambientales, quienes se las entregarán de forma plastificada a los chiringuitos y hamaqueros para que las coloquen en lugares visibles para los usuarios. “Además, se colocarán en todos los lotes de hamacas carteles en español, inglés y chino prohibiendo dicha actividad”, ha puntualizado el delegado de Playas.