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“Los cuernos de Don Friolera”, de Valle-Inclán, en el Teatro ‘Ciudad de Marbella’

Actualidad municipal Visto 1917 veces cultura y ensenanza
El Ayuntamiento de Marbella informa de que, dentro del Plan Turístico de Marbella, la delegación municipal de Cultura y Enseñanza presenta el próximo sábado, 19 de abril, a las 21.00 horas, en el Teatro ‘Ciudad de Marbella’ la obra “Los cuernos de Don Friolera”, de Ramón María de Valle-Inclán, bajo la dirección de José María Adeva y la actuación de Cheva Adeva, Marta Pérez, Tomás Repila, Carlos Domingo, Isabel Herrero, Carmen Prado, Francisco G. del Águila y Javier Azuara. Producciones Cachivache trae a la ciudad marbellí una obra que propone tres versiones de ver el mundo.

Decía Valle-Inclán que había tres maneras de ver el mundo, artística o estéticamente:
- De rodillas, la posición más antigua en literatura, porque se da a los personajes, a los héroes, una condición superior a la condición humana, cuando menos a la condición del narrador o del poeta.
- De pie, que es una manera de mirar a los personajes novelescos, desde nuestra propia naturaleza, como si fuesen ellos nosotros mismos, con nuestras mismas virtudes y defectos.
- Y una tercera, que es mirar el mundo desde un plano superior y considerar a los personajes de la trama como seres inferiores al autor, con un punto de ironía.

Esta tercera manera es la que él dice elegir, definiendo a los personajes de sus esperpentos como enanos y patizambos que juegan una tragedia. En 'Los cuernos de Don Friolera', Valle-Inclán presenta tres versiones distintas de un mismo suceso y cada una con un punto de vista diferente, que curiosamente, coincide con aquellos tres modos de ver el mundo: "de rodillas, en pie o levantado en el aire". El espectáculo prescinde del prólogo y del epílogo, centrándose en el esperpento propiamente dicho, quedándose con el carácter de titiritero metafórico con que el autor quiso mover a sus personajes, seres afantochados y grotescos, más que muñecos de guiñol.

Valle-Inclán escribe multiplicando los sentidos y haciendo chocar contradictoriamente unas palabras con otras o consigo mismas, lo que llevará al espectador a no saber si reír o llorar. Recoge los diferentes niveles de interpretación que tiene la obra e integrándolos en un todo, que van desde lo sainetesco-festivo a lo trágico-grotesco.